María: seréis tratados como enemigos






La gran confusión espiritual se esparcirá por el mundo y la discordia entre los Ministros de Dios sacudirá la fe de muchos hombres y mujeres por todas partes. Quuedaos con Jesús. 

Suceda lo que suceda, no os apartéis de la Verdad. Yo conozco a cada uno de vosotros por eu nombre y rogaré a Mi Jesús por vosotros. Yo soy vuestra Madre y os amo. No os olvidéis: En las manos el Santo Rosario y las Sagradas Escrituras; En el corazón, el Amor a la Verdad. 

Después de la Gran Batalla entre el Bien y el Mal, veréis el Triunfo Definitivo de Mi Inmaculado Corazón. Adelante por el camino que os señalé. (...)

Queridos hijos, la humanidad camina por las sendas de la autodestrucción que los hombres prepararon por sus propias manos. 
Volved a Aquel que es vuestro Único Camino, Verdad y Vida. Doblad vuestras rodillas en oración, pues sólo así podéis soportar el peso de las pruebas. Mi Jesús está muy cerca de vosotros. 
Confiad en él que ve lo oculto y os conoce por el nombre. Yo soy vuestra Madre y vine del cielo para deciros que sois importantes para la realización de Mis planes. 
Sed valientes y decid a todos que Dios tiene prisa. No os apartéis del Camino de la Salvación. Dad lo mejor de vosotros y seréis recompensados con ricas gracias. Lo que tenéis que hacer, no lo dejéis para el mañana. 
Días vendrán en que los hombres y las mujeres de fe beberán el cáliz amargo del sufrimiento; Serán abandonados y tratados como enemigos. 

No retrocedáis. Sed defensores de la verdad. Después de todo el dolor, vendrá la Victoria de Dios a los Escogidos del Señor. No os olvidéis: vuestra victoria está en la Eucaristía. Adelante sin miedo. 

Este es el mensaje que hoy os transmito en nombre de la Santísima Trinidad. Gracias por haberme permitido reuniros aquí una vez más. Yo os bendigo, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. Quedad en paz.