María Ferraz/en.news
Como en una verdadera historia de suspense y espionaje, van saliendo a la luz hechos que nada tienen que envidiar a las mejores novelas de intriga.
Aquí hemos hablado de cómo las mafias masónicas han intervenido no sólo en la historia de la Iglesia sino también en la de los países de mil formas. Satanás ha tenido 2000 para prepararse al asalto de la Esposa de Cristo y Él lo permite porque la fe ha decaído y nuestras oraciones llegan pocas en número y débiles en confianza.
Mucho está en juego con la Dubia y los enemigos de Cristo harán lo posible y lo imposible para que se retrase, o quede sin efecto, porque si Francisco es corregido públicamente o es culpable de herejía, todo el tinglado del complot modernista se vendría abajo.
Informa en-news:
Meses antes de su muerte, el cardenal Carlo Caffarra sentía que lo vigilaban en su pequeño y viejo apartamento en las instalaciones del Seminario de Bolonia. Le reveló a Gabriel Ariza de infovaticana.com que tenía información de que sus comunicaciones fueron interceptadas.
Caffarra, que era uno de los Cardenales Dubia, sufrió profundamente de las calumnias de ultramontanas de izquierda que lo acusaban de ser un "enemigo del Papa". Según Ariza habría preferido ser acusado de tener un "amante homosexual".
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