Los que lleguen a la santidad serán "super hombres"

1 de febrero de 2016

Mira hacia el altar. ¿Existe algo más hermoso que mi Hijo crucificado?
Amarás a Jesús con todo tu corazón, lo contemplarás en la cruz, amor perfecto, sacrificio perfecto del Padre. Así aprenderás qué es el amor e infundiré en tu espíritu este entendimiento y virtud.

Te enseño mi pequeña: la fe perfecta en Jesús lleva a la santidad, (a una) vida larga, a la paz y a vivir en amor. Con fe perfecta se mueven océanos y montañas, se vencen enfermedades, demonios, las dificultades humanas más grandes. Todo se puede en fe.

Si tuvieran fe perfecta al atender a la Cena creerían perfectamente en que es el Cuerpo del Hijo y su Sangre que reciben, y al recibirla sentirían su aliento santificador como recorre cada célula de sus cuerpos, como se funde espiritualmente con sus almas y las limpia de mugre, hasta dejarlas blancas, perfectas, sin mancha alguna. Sentirían como cada molécula de sus cuerpos se regenera y vuelve a entrar en sintonía con el Alto (Altísimo), como sus oídos se destapan a tal punto de oír Mi susurro, susurro constante a sus almas. Sentirían un aliento recorrer sus cuerpos y llenarlos de vigor y fuerza, una fuerza que sólo da Dios y los nutre de virtud y gracia, como si todo se renovara y el cuerpo flotara con un poder que sólo viene de lo alto. Sentirían las manos de Jesús abrazando sus corazones y sosteniendo su espíritu, y caerían postrados ante la magnitud de tal revelación, que si tan sólo sintieran esto por un segundo, llorarían amargamente el resto de sus vidas suplicando volverlo a sentir.

Pero es tan poca la fe, que sólo un céntimo de esto llega a sus almas. No creen que es el Cuerpo de mi hijo ni creen que beben su Sangre. Porque ciegos los hace el pecado. Incrédulos. Van como los paganos, tan sólo a conmemorar, tan sólo a un acto simbólico. ¡Largo de Mi Casa aquellos que no hacen reverencia ante Mi hijo!. Manchadas sus bocas, establos putrefactos en los que se ve obligado a entrar Mi Hijo. Se abaja, se abaja y se abaja a la podredumbre del ser en pecado. ¿Hasta cuándo?

Dulce debería ser a sus paladares y lo hacen sin tener la convicción plena que comen de Mi hijo, beben de Su Sacrificio, para ser uno con Él. Si tan sólo tuvieran algo de fe, serían invencibles. Si pudieras ver, hija... sin tan sólo tuvieran fe, no dejarían de recibirlo ni un sólo día, porque sin Él parecerían muertos vivientes, carne sin soplo, tierra árida, nada.

Fe, digo a los Míos, porque al recibirle serán uno Conmigo y obrarán lo inimaginable.
La sustancia de Dios os es brindada, gran regalo, únicos y privilegiados son al recibirlo conociendo Su verdad y poder. Fe, hijos míos, y permitiré que no se sientan solos y afligidos, sino fortalecidos y nutridos en Mí y Yo en ustedes, uno sólo, ¿A quién más doy esto sino sólo a Mis pequeños amados?. Así seran los premios que llueven de lo alto para mis guerreros de luz, a quienes con un sello he marcado.

El sello de los míos es indeleble. (ellos) Resuenan como con una frecuencia y vibran en otra sintonía.
Te afanas cuando no entiendes. Tu Padre te explica: los Míos son diferentes desde sus células, hasta su resonar. Los nutre Mi Hijo, les sopla el Amor. Quienes lleguen a la santidad, y a la fe que quiere Dios, serán más del cielo que de la tierra. Como una especie de "súper hombre"
Os preguntarán: ¿De qué viven? Al verlos soportarlo todo, andar sin alimento, no enfermar, no caer, no vacilar, no dudar. Los nutro Yo, os llevo Yo. Cuando la fe sea perfecta el cielo estará ahí a su lado. Si los miran con microscopio verán sus células y órganos diferentes, los estudian y no entienden. El Dios del universo los maravilla así.

Recibirme y orar, así sanarán cada parte de lo que son y al entregarse a Mí, Me fundo con ustedes, cuando sólo vea amor, allí me anidare en el seno de aquel que deja todo por recibirme y portarme con él.


Os prometí que caminaría con ustedes y así será.