13 de febrero de 2018
Una vez más, yo (Maureen) veo una Gran Llama que he llegado a conocer como el Corazón de Dios el Padre. Él dice: "Yo soy el Padre de todas las edades.
Hay dos maneras en mido el amor de un alma por Mí.
Una es su obediencia a Mis Mandamientos.
La otra es su deseo de complacerme.
Ambas requieren, primero, y ante todo, morir a sí mismos. La renuncia a sí mismos es la puerta de entrada a la santidad. Este también es el camino para reconocer la Verdad. Si sus pensamientos, palabras y acciones se centran en sí mismos, no hay espacio en su corazón para complacerme"
"Por los esfuerzos en el libre albedrío/voluntad, tomen la decisión de agradarme a Mí y a los demás antes que a sí mismos. Así es como serán juzgados".