Malgastáis la vida en Internet/TV y olvidáis a Dios


Reparad por las almas que malgastan su tiempo en Internet, en la televisión y se olvidan de Dios

Noviembre 9/09 a Agustín del Divino Corazón.

Jesús dice:


Hijo consentido: eres generoso en ofrecerme parte de tu descanso nocturno con esta hora de reparación (en adoración nocturna), hora en que muchas almas malgastan su tiempo en la Internet y en la televisión viendo programas: perniciosos, que no edifican para nada su proyecto de vida, que excitan su imaginación y la llevan al pecado, que deforman su manera de pensar, que se roban los espacios para compartir en familia, que acaban con la identidad de algunos de mis hijos; que son el camino al superficialismo, al comodismo, que desvirtúan lo que es el pecado, pecado que es mostrado como algo muy normal, algo que encaja con estos tiempos modernos.

Reparad, hijo amado: porque Internet y la televisión se han convertido en las cajas negras de las casas, muchas veces suelen ser pasaporte de entrada al infierno. Porque la oración y el rezo del Santo Rosario en familia ha pasado a un segundo plano; el erotismo, la violencia, la prostitución, el narcotráfico y los malos ejemplos son el pan cotidiano; porque las telenovelas no han de faltar en hogares que se dicen católicos, hogares en los que poco se dialoga, poco se comparte la mesa, poco se ora en comunidad, hogares que se han olvidado de ser Iglesia doméstica. Iglesia en la que el primer puesto ha de ser Dios y no la televisión y la Internet. Iglesia que lea y medite las Sagradas Escrituras. 

Iglesia que viva en un permanente amor ágape. Iglesia que se

esfuerce en permanecer adherida al gran misterio de la Cruz. Iglesia que se deje arropar bajo los pliegues del Manto de la Santísima Virgen María. Iglesia que sea protegida por San José.

Reparad, en esta hora nocturna, porque muchos de mis hijos se acuestan sin pensar en Mí, sin encomendarse a mi protección, sin unir sus corazones al Mío a través de la oración.


Reparad, en esta hora nocturna, para que los hombres se aparten de las puertas abiertas del infierno y se sumerjan en uno de los Aposentos de mi Divino Corazón y sientan el fuego ardiente de la llama de mi Amor Divino.

Reparad, en esta hora nocturna, para que los rayos de mi Luz Divina penetren en el corazón de mis hijos; hijos que sentirán aversión por todo lo que sea de dudosa moral; hijos que sentirán la necesidad de buscar espacios de oración y encuentros a solas conmigo.