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- Durante una presentación de un libro sobre Humanae Vitae, el cardenal Gerhard Ludwig Muller, prefecto emérito de la Congregación para la Doctrina de la Fe, destacó el miércoles que los intentos por cambiar las enseñanzas de la Iglesia son "un crimen contra la Iglesia".
"El intento actual", dijo, "de poner en contraste los últimos tres pontificados, con el pretexto de imponer una enseñanza heterodoxa a los fieles es un crimen contra la Iglesia y una traición a su misión y mandato, cuya tarea final es que de preservar la fe auténticamente heredada por los apóstoles ".
El Cardenal Mueller habló en la Universidad de Lateran, presentando el nuevo libro "Karol Wojtyla y Humanae Vitae", de Pawel Galuska. El libro rastrea la contribución del Cardenal Wojtyla a la redacción de Humanae Vitae.
Las palabras del Cardenal Muller se refieren en particular al artículo "Volver a leer Humanae Vitae a la luz de Amoris Laetitia" del teólogo italiano Maurizio Chiodi, recientemente nombrado miembro de la Academia Pontificia para la Vida por Francisco.
El artículo, publicado a fines de enero en el local de la Conferencia Episcopal Italiana, Avvenire, surge de una conferencia que dio Chiodi en la Pontificia Universidad Gregoriana, como parte de una serie de conferencias organizadas por la universidad jesuita en Roma para celebrar el 50 aniversario de la encíclica de Pablo VI.
En su conferencia, el p. Chiodi dijo que "hay circunstancias que requieren el uso de anticonceptivos", porque en estos casos la "intervención técnica no niega la responsabilidad de las relaciones procreativas".
Chiodi también subrayó que "la insistencia del Magisterio de la Iglesia en los métodos naturales no puede interpretarse, en mi opinión, como una norma que es un fin en sí misma, ni como una mera conformidad con las leyes biológicas, porque la norma apunta a la antropología, al bien de la responsabilidad matrimonial ".
Al final, el p. Chiodi dijo que "un método artificial para la regulación de los nacimientos podría reconocerse como un acto de responsabilidad que se lleva a cabo, no para rechazar radicalmente el regalo de un niño, sino porque en esas situaciones, la responsabilidad llama a la pareja y a la familia a otras formas de bienvenida y hospitalidad ".
Al apuntar al artículo de Chiodi, el Cardenal Muller estaba de hecho atacando cualquier intento de cambiar o "reinterpretar" la enseñanza de Humanae Vitae.
El profesor Gilberto Marengo de la Pontificia Universidad de Letrán está encabezando actualmente un grupo de estudio para rastrear la génesis de la encíclica, y descartó con CNA cualquier intento de cambiar la enseñanza de Humanae Vitae.
Sin embargo, el cardenal Mueller lo describió (al grupo) como una comisión secreta, y dijo que esta comisión "no conducirá a ninguna modificación de la enseñanza católica".
El Cardenal Mueller también enfatizó que la discusión ahora "sólo se basa en el dualismo, y esto hará un mal servicio a la Iglesia". Hablando de Humanae Vitae, el Cardenal Muller dijo que la encíclica "va más allá de la polarización estéril entre la regulación de los nacimientos con métodos artificiales o naturales". También dijo que la encíclica sigue siendo actual, ya que "las mismas preguntas están vigentes hoy".
El cardenal Muller subrayó que "la secularización engaña a los hombres, privándolos de Dios" y dice que la "secularización" no implica ningún avance en el camino hacia la perfección. Es más bien un déficit antropológico, ya que abandona a los hombres a la desesperación y la inutilidad. El paradigma de la secularización es el nihilismo ".
Humanae Vitae, el ex prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe mantuvo, "tiene un mensaje positivo, ya que mira a los hombres en su todo".
El libro de Galuska contiene un informe redactado por un grupo de académicos en Cracovia sobre el cardenal Karol Wojtyla, que constituye la participación de Wojtyla en la comisión de estudio de anticoncepción de Pablo VI. El cardenal envió el informe porque no pudo obtener una visa del régimen soviético y presentarla personalmente en Roma.
Más importante aún, el libro publica una carta del Cardenal Wojtyla dirigida a Pablo VI en 1969. La carta elogió la encíclica, señaló que había resistencias y pidió una instrucción papal para reiterar el mensaje de Humanae Vitae.
La presentación del libro fue la ocasión para desacreditar algunas "noticias falsas" sobre la encíclica.
En medio de una campaña mediática que intenta diluir las enseñanzas de Humanae Vitae, la carta de 1969 del cardenal Wojtyla -según Mons Livio Melina, ex presidente del Pontificio Instituto Juan Pablo II para Estudios sobre Matrimonio y Familia-, le pidió al Papa que explicara que lo que Humanae Vitae afirmó era parte del magisterio universal ordinario de la Iglesia, y que el magisterio ordinario y universal de la Iglesia es infalible.