El cardenal Reinhard Marx, presidente de la Conferencia episcopal alemana, el padre jesuita Hans Langendörfer, el secretario general de la conferencia episcopal y el portavoz de la conferencia, Matthias Kopp, dirigen la oposición a la solicitud de aclaración de los siete obispos.
El National Catholic Register ha obtenido una copia de la misiva del 22 de marzo que expresa serias preocupaciones acerca de la reciente decisión de los obispos alemanes de dar la Sagrada Comunión a los cónyuges protestantes en algunos casos. Las fuentes dicen que el llamado de aclaración de los siete obispos, al que la conferencia episcopal alemana se opone fieramente, cuenta con el pleno apoyo de Benedicto XVI.
En la carta del 22 de marzo, los siete obispos dicen que "no consideran" la decisión de los obispos alemanes del 20 de febrero de permitir que los cónyuges protestantes reciban la Sagrada Comunión en algunos casos que sea "correcta" porque no creen que el tema sea pastoral, sino más bien una "cuestión sobre la fe y la unidad de la Iglesia que no está sujeta a votación".
La carta está firmada por el cardenal Rainer Woelki de Colonia, el arzobispo Ludwig Schick de Bamberg, el obispo Gregor Hanke de Eichstätt, el obispo Konrad Zdarsa de Augsburgo, el obispo Wolfgang Ipolt de Görlitz, el obispo Rudolf Voderholzer de Ratisbona y el obispo Stefan Oster de Passau.
Los obispos alemanes votaron abrumadoramente a favor de la propuesta en su reunión plenaria de primavera en Ingolstadt el 20 de febrero, y los firmantes de la carta afirman que de los 60 obispos presentes, "13 votaron en contra, incluidos al menos siete obispos diocesanos".
La mayoría de los obispos alemanes decidieron que se podía otorgar permiso a un cónyuge protestante si, después de haber realizado un "examen serio" de conciencia con un sacerdote u otra persona con responsabilidades pastorales, el compañero "afirma la fe de la Iglesia Católica" (NT: ¿Pero sigue siendo protestante?), desea terminar con su "seria angustia espiritual" y tiene un "anhelo de satisfacer el hambre de la Eucaristía".
En ese momento, el cardenal Reinhard Marx, presidente de la Conferencia Episcopal Alemana, dijo que la guía sería un "folleto pastoral" y que la intención no era "cambiar ninguna doctrina" (?). Dijo que la propuesta también descartaba cualquier camino para los cónyuges protestantes a la conversión, también conocido como "ecumenismo de retorno". También dejó mucha discreción al obispo local.
La propuesta causó considerable preocupación, también en Roma: los cardenales Francis Arinze, Gerhard Müller, Walter Brandmüller y Paul Cordes todos condenaron la medida. El cardenal Müller llamó a la propuesta un "truco retórico" para los creyentes, la mayoría de los cuales señaló que no son teólogos y subrayó que el matrimonio interconfesional "no es una situación de emergencia". El cardenal Brandmüller dijo que la débil oposición de los obispos alemanes a la propuesta era " escándalo, sin duda ".
En su carta, los siete obispos plantean cuatro puntos pidiendo una aclaración: cuestionan si tal propuesta es un asunto pastoral o uno relacionado con la fe y la unidad de la Iglesia; por qué una persona que comparte la fe católica en la Eucaristía no debería volverse católica; si la "angustia espiritual" es realmente excepcional o simplemente parte de la lucha por la unidad; y si una conferencia de obispos debe tomar tal decisión sin referencia a la Iglesia universal.
Agregan que tienen "muchas otras preguntas y reservas fundamentales" sobre la propuesta y, por lo tanto, prefieren buscar una solución en el campo del diálogo ecuménico que sea "viable para la Iglesia universal".
"Pedimos su ayuda, a la luz de nuestras dudas, sobre si el proyecto presentado en este documento es compatible con la fe y la unidad de la Iglesia", dicen los obispos al concluir.
La carta del 22 de marzo fue enviada al arzobispo Luis Ladaria, prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, al cardenal suizo Kurt Koch, presidente del Consejo Pontificio para la Promoción de la Unidad de los Cristianos (no fue informado de la votación del 20 de febrero ni antes ni después de que tuvo lugar), el obispo Juan Ignacio Arrieta Ochoa de Chinchetru, secretario del Consejo Pontificio para los Textos Legislativos, y el nuncio apostólico en Alemania, el arzobispo Nikola Eterović.
Fuga orquestada
También esta web ha confirmado que a principios de este mes fue filtrada deliberadamente por la poderosa conferencia de obispos alemanes que tiene un control estricto sobre casi todos los medios católicos en Alemania.
Los artículos críticos con la carta estaban listos para ser publicados al mismo tiempo que ésta se hacía pública. El primero en aparecer fue este escrito por Joachim Frank en el Kölner Stadt Anzeiger, pero se refirió a ciertas partes del documento, posiblemente las menos controvertidas, El cardenal Marx, cuyas fuentes dicen que se había enterado de la iniciativa el 23 de marzo, publicó un artículo de reacción pocas horas después de la publicación de la carta.
La carta de los siete obispos ha dado lugar a una respuesta de la Congregación para la Doctrina de la Fe, pero el Papa Francisco desea que permanezca en secreto.
El National Catholic Register entiende que la respuesta es que debe permanecer clasificada hasta que el Cardenal Marx, el Cardenal Woelki y el Obispo Félix Genn de Münster vengan a Roma para reunirse con el Papa en los próximos días para discutir el asunto, a petición del Santo Padre.
Fuentes internas han dicho que la respuesta de la CDF equivale a un rechazo total o parcial de la propuesta de intercomunión, algo que la Conferencia Episcopal Alemana no ha negado del todo (en cambio, han negado que se haya rechazado un folleto pastoral, pero el folleto todavía no existe ya que aún no se ha publicado).
Se desconoce el motivo para mantenerlo en secreto, pero algunos han especulado que es para preservar la propuesta que se votó en febrero en lugar de seguir la orientación emitida por la CDF.
Hoy se anunció que los obispos Gerhard Feige de Magdeburgo y Karl-Heinz Wiesemann de Speyer se unirán a la reunión con el Papa, junto con el secretario general de la Conferencia Episcopal, el padre jesuita Hans Langendörfer. Mientras ellos, el Cardenal Marx y el Obispo Genn se oponen a la iniciativa de los siete obispos, y se sabe que Francisco simpatiza con la propuesta de intercomunión, los observadores de la Iglesia dicen que el Cardenal Woelki estará aislado en la reunión y probablemente forzado a retroceder.
En un artículo publicado hoy en el portal de noticias de los obispos alemanes Katholisch.de, el obispo Feige criticó a los que se oponen a la propuesta, diciendo que "todavía parecen mantener una imagen preconciliar de la Iglesia y apenas han internalizado los principios católicos de ecumenismo ".
La propuesta de intercomunión fue discutida en el consejo permanente de la conferencia de obispos alemanes en Würzburg el lunes, pero en ese momento ya era demasiado tarde para detenerla, según una fuente informada de la Iglesia alemana. La fuente también dijo que se aumentó la presión sobre los siete obispos en esa reunión.
"Una vez que un documento pasa la asamblea plenaria, no se detiene en el consejo permanente", continuó. "Es un mecanismo que funciona a su manera: ponen las enmiendas pero la línea general no cambia. Ahora se harán esfuerzos para demostrar que el Cardenal Marx está cumpliendo con las reglas y remitiendo la propuesta a Roma para su confirmación, como debe hacerlo ".
Dijo que es importante entender el "juego de poder" que tiene lugar sobre este tema crucial, ya que muestra que todo ha sido planeado, en gran parte por el padre Langendörfer, conocido como el eminencia gris de la conferencia episcopal, y el cardenal Marx con la ayuda de portavoz de los medios, Matthias Kopp.
Dijo que a menos que se monte una resistencia ahora, "es probable que vean Comunión para los protestantes introducida globalmente, a través de la puerta trasera de la conferencia de los obispos alemanes". (Este artículo reciente explica algunas de las preocupaciones teológicas graves sobre la intercomunión para cónyuges protestantes )
The National Catholic Register entiende de fuentes confiables y autorizadas que el Papa emérito Benedicto XVI ha brindado su total apoyo a los siete obispos y su carta al Vaticano.